Pino japonés Bonsai (Pinus thunbergii)
Nombre científico: Pinus thunbergii.
Nombre común: Pino japonés de Thunberg.
Origen: Japón y Corea.
Características: Conífera arbórea de porte erecto, corteza negra y profundamente fisurada, agujas en pares de color verde oscuro y conos ovoides.
Florece en primavera. Los conos maduran en otoño.
Cultivo: Prefiere climas templados a fríos. Respecto a su exposición, necesita lugares soleados y al menos 6-8 horas de sol al día son ideales. Requiere una ubicación bien ventilada para prevenir enfermedades fúngicas.
Puede tolerar periodos cortos de sequía una vez establecido.
Resistente a bajas temperaturas y heladas.
Prefiere suelos bien drenados, arenosos y ligeramente ácidos.
Tiene cierta tolerancia a la salinidad.
Usar un sustrato que ofrezca un excelente drenaje, como una mezcla de akadama, piedra pómez y lava volcánica o arena gruesa. El drenaje es crucial para prevenir el exceso de humedad que podría dañar las raíces.
Mantener húmedo pero sin encharcar, reduciendo el aporte de agua en invierno.
Regar de manera profunda cuando el sustrato esté casi seco. Los pinos son más tolerantes a la sequía que al exceso de agua, por lo que siempre es importante evitar el encharcamiento.
Requiere una poda de mantenimiento en invierno así como una poda de formación en primavera-verano.
Durante la primavera, cortar las velas (los nuevos brotes largos) a aproximadamente la mitad para reducir el crecimiento y fomentar la ramificación.
A finales del otoño o principios del invierno, cortar las ramas innecesarias para darle forma al árbol y aumentar la luz y el flujo de aire en el interior del bonsái.
El mejor momento para alambrar es en otoño o invierno. Tener cuidado de no dañar la corteza y no dejar el alambre puesto demasiado tiempo, ya que puede causar marcas en el árbol.
Fertilizar con un fertilizante equilibrado durante la temporada de crecimiento (primavera y verano). Los pinos requieren nutrientes adicionales, especialmente en primavera cuando están en pleno crecimiento.
El transplante debe realizarse cada 3-5 años para árboles maduros y un poco más frecuentemente para árboles jóvenes. El mejor momento es a principios de primavera antes del nuevo crecimiento. Recortar las raíces con cuidado y renueva el sustrato.
Vigilar la presencia de plagas como ácaros y escarabajos, y tratar con insecticidas si es necesario. También observa cualquier señal de enfermedades fúngicas y actúa rápidamente.
Aunque los pinos son resistentes, puede ser necesario proteger el bonsái de las heladas severas. La colocación en un lugar protegido o con una cubierta puede ayudar durante las olas de frío.
Exposición: Pleno sol.
Usos: Utilizado comúnmente en jardinería y para la práctica de bonsái. Valor ornamental y en algunos casos, madera para construcción.